martes, 26 de marzo de 2013

Berta y James



Sus manos se encontraron rodeadas de terciopelo y supieron distinguirse entre suavidades. Él adoraba su piel y ella, a pesar de su sobriedad, se volvía loca por sus manos. Siempre se encontraban en lugares anticuados, de brillantes espejos y decoración recargada, sintiéndose durante unas horas los protagonistas de su propio espacio. Era uno de sus juegos favoritos, del que habían de despertar para despojarse de sus disfraces y continuar trabajando en la casa de sus señores.

5 comentarios:

  1. Muy bueno, Maga, ese jugar a ser otros. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Los sueños hechos realidad por un corto espacio de tiempo. Me gusta mucho Malén.

    ResponderEliminar
  3. Muy bueno, Malén. Me ha encantado.

    ResponderEliminar
  4. Malén, estás que te sales... Buenísimo y corto, como a mi me gustan

    ResponderEliminar
  5. Original, los sueños pueden cobrar vida aunque haya que despertarse tarde o temprano.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar