lunes, 3 de diciembre de 2012

IMAGINANDO


 

                       


No sé por qué… todos me miran de forma extraña cuando entro en el ascensor con mi cocodrilo. Es normal que les pida espacio para él... un día lo van a pisar. Esta mañana, sin ir más lejos: toda la gente se apelotonaba sin dejar sitio para que pudiera mover su larga cola. Yo le pregunté a mamá el porqué y me contestó que el cocodrilo no es la clásica mascota que tendría todo el mundo, pero que era la mía y que debía ignorar la opinión de los demás.

En la calle, soy el objetivo. Me observan pasear con mi brazo extendido sujetando por la correa a mi joven amigo. Tiene fuerza y tira de mí, pero le hablo con suavidad y termina por detener su paso y caminar a mi lado levantando su dulce mirada. Mientras caminamos le cuento mis secretos. 

Por suerte, en casa es bien aceptado. Mis padres me comprendieron sin titubeos cuando les hablé de su presencia. Lo notaron cuando vieron que repetía siempre el segundo plato, pero acabaron cediendo. Es pulcro y aseado, silencioso y disciplinado. No molesta a nadie, hasta les gusta a mis vecinos, que son muy estirados y tienen un tigre de Bengala albino.  Ambas mascotas se llevan bien cuando se encuentran en el rellano y así, yo puedo hablar con mi amiga Carlota, su hija, que va a mi colegio y siempre me cuenta que su compañera de pupitre, Sandra, tiene un orangután de pelo rojizo que es una preciosidad…*




* No sé si ha quedado claro al redactarlo... No se habla de mascotas sino de amigos imaginarios. Está basada en la historia que me contó una amiga de mi infancia. Ella tenía un amigo imaginario que era un cocodrilo, por eso, al ver la foto, no me pude resistir...


 

10 comentarios:

  1. Hemos pasado de la semana erótica a la semana de las mascotas. Muy bien, prima, me gusta. Besos.

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  2. Si los vecinos siguen teniendo mascotas de ese tipo, acabarán haciendo un zoológico jeje. Me ha gustado Amparo.

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    1. En realidad es la historia de una niña (una amiga de mi infancia), que tenía un amigo imaginario que era un cocodrilo. Cuando ví la foto...no me pude resistir.

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  3. Vaya con las niñitas! Y el erotismo??? Dale, anda que no decaiga!!

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    1. He de reconocer que soy bastante "naif" y me cuesta ponerme erótica, pero lo intentaré.

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  4. Me ha encantando. Me ha recordado al Laberinto del Fauno, me ha evocado a historias fantásticas y cuentos preciosos. Jo, es chulísimo.

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  5. Es un micro que me gusta mucho. Tal vez, para darle más fuerza a la idea de que son mascotas imaginarias, tendrías que modificar un poco el segundo párrafo. Que se note en ese párrafo que al final de la correa no hay ningún animal. Ten en cuenta que la foto no ayuda a pensar en lo contrario.
    Un abrazo y un beso, Amparo.

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