viernes, 21 de diciembre de 2012

CUENTO DE NAVIDAD



La reina Blanca, harta de las estrictas reglas del juego de la corte, huyó una noche aprovechando el silencio y la oscuridad del escenario. Salió a un mundo que le pareció excepcional: lo primero que vio fue una hermosa luna llena reflejada sobre un mar en completa calma. ¡Lo que me estaba perdiendo -se dijo- siempre encerrada en aquel palacio! Anduvo por la playa hasta que el sueño la venció y se quedó dormida en una barquichuela varada en la arena. La despertó un sol radiante y las voces de unos pescadores que se acercaban. Tuvo tiempo de esconderse tras una roca y se dio cuenta de que tenía que cambiar sus suntuosas ropas si quería pasar desapercibida entre la gente. Se dirigió al pueblo donde encontró a una mujer, de edad y forma similares a la suya, que estaba barriendo la entrada de su casa. Esta se sorprendió mucho al verla toda vestida de blanco y con una corona sobre su cabeza.
            -Te ofrezco mi corona a cambio de tu vestido y algo de comer, estoy hambrienta.
La mujer no salía de su estupor pero le pareció una buena oferta. La invitó a entrar en su casa y le sirvió un buen trozo de bizcocho y un tazón de  leche. Después examinó la corona calculando la cuantía de su buena fortuna. Le dio a la dama el mejor de sus vestidos y escondió bien la joya temerosa de que alguien se la arrebatara.
La reina salió de nuevo al mundo, con un vestido rojo veraniego y unas sandalias del mismo color, dispuesta a conquistarlo. No fue fácil, probó variados oficios y diversos estados y solo encontró la paz y el amor que buscaba  en un hospital de Guinea Ecuatorial, ayudando a  los niños enfermos de malaria donde, además, tuvo la fortuna de cruzar sus ojos con un abnegado médico del que se enamoró profundamente. 

12 comentarios:

  1. Me gusta la historia de la reina y el ritmo que le has puesto; pero, Lu, ¿me he quedado con las ganas de saber qué pasó con la corona y la vecina del pueblo? ¿Se volvió reina? ¿La secuestraron? jijijijijiji Ya sabes que a Wiss siempre se le ocurren finales crueles...

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    1. Leocadia, que así se llamaba la buena mujer, vivió toda la vida feliz custodiando su corona y contemplándola, ya que no podía hacer nada con ella sin que llegara a los oídos del rey en cuyo caso habría pagado con su vida su buena acción.

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    2. Molaa, Leocadia entonces es como Golum, guardiana de su tesoro.

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  2. Muy buena la historia, Lu. A esta reina, el peso del poder y la riqueza le pudo. Por suerte, pudo escapar de esa vida y ser feliz. La pobre Leocadia toda la vida pendiente de que no la pillen con la corona.
    Wiss siempre con sus maldades. Con lo bonitos que son los finales felices.

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  3. Una bonita historia Lu y con final feliz, además.Muy apropiada para estas fechas. También pueden ser buenos los finales felices, no todo ha de ser triste y oscuro...

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  4. No hizo ningún mal negocio cambiando lujos por libertad y amor... Lo más importante. Feliz Navidad.

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    1. Cierto, el mejor de los negocios posibles. ¡Feliz Navidad!

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  5. Los deseos se hicieron realidad para una reina que quiso cambiar una vida llena de estrictas reglas. Un hermoso cuento Lu, me ha gustado mucho el final.

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  6. Final feliz para la abdicación de la realeza!! Ojalá fuera tan fácil. Abrazos para ella y para ti.

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