lunes, 12 de marzo de 2012

Él vino en un barco de nombre extranjero


A estas horas, cuando el sol cae justiciero, sin remordimientos, sobre las calles polvorientas y las plantas marchitas, me tumbo en la cama, protegido por estos gruesos muros y el frescor que atesoran.

A través de la puerta entreabierta, miró hacia el exterior, pero la luminosidad me ciega. Imagino el calor sofocante, las gotas de sudor que ruedan desde las axilas y empapan las camisas de los pocos transeúntes que, imprudentes, se aventuran a salir de sus casas.

Para mí es el momento de las ensoñaciones. Sabiéndome a salvo, en esta habitación en penumbra y silenciosa, de la inclemencia y el rigor de una tarde de verano en el sur, me adormezco tranquilo, a la espera de sentir tu cuerpo junto al mío.

Es entonces cuando te pienso: tú, la razón por la que nunca, volví a zarpar.

8 comentarios:

  1. Valencia escribe relatos de canciones. Hermoso, Geli.

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  2. Amor, dulce amor..., las canciones también son un motor que arranca la inspiración.

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  3. Bonito título para un mejor relato!!

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  4. Un gran relato, maravillosamente bien escrito. Las descripciones son precisas y evocadoras. Me ha gustado mucho Geli! Enhorabuena!

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  5. Geli, por la forma que lo has escrito, me da en la nariz que tiene algo de autobiográfico. Al principio me pareció apocalíptico y luego me di cuenta que el apocalipsis que yo vi, no era otra cosa que amor. Muy bien.

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  6. Gracias chic@s por vuestros comentarios. Lo que realmente quería reflejar es el contraste entre la inclemencia de ese sol tórrido con la actitud sosegada de un norteño, a pesar de no estar acostumbrado a esos rigores.Y por supuesto, que esa actitud suya provenga del amor que siente por su sureña.

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  7. Encantador relato, Geli. Precioso título también.

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  8. Tu relato provoca distintas sensaciones a medida que se lee, sudor, frescura, paz, ternura, ..... Encantador.

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