lunes, 6 de febrero de 2012

Agridulce



-¿Qué echan hoy, papá? –preguntaba Julieta con la ilusión colgada de sus palabras.

-Una de indios y vaqueros –respondía su padre sin más adornos.

Julieta tenía ocho años por aquel entonces. Se colocaba frente al televisor y se quedaba ensimismada con las imágenes en blanco y negro. Le encantaban las de indios y vaqueros porque tenía la oportunidad de ver caballos. Siempre se ponía de parte de los indios. No soportaba la injusticia del hombre blanco y la prepotencia de sus gestos.

También se quedaba embobada con los musicales. En su afán por emular a Fred y Ginger, más de una vez abandonaba la salita y recorría el pasillo zapateando y haciendo cabriolas con un vestido largo imaginario de mucho vuelo y con lentejuelas.

Sin embargo, cuando a media película oía a su madre que le decía: “Julieta, ya es la hora, a catecismo”, un sabor agridulce quedaba engarzado entre los pliegues de aquel vestido.

La niña, hasta entonces enfrascada en una historia mágica y maravillosa, volvía de golpe y porrazo a la realidad; maldecía aquella estúpida idea de tomar la comunión, y salía de casa enfurruñada por no poder acabar de ver la película, mientras imaginaba que un jefe sioux la tomaba por esposa.

8 comentarios:

  1. Geli, tu relato rezuma nostalgia, recuerdos hermosos de la infancia, muy bonito y ensoñador. El último párrafo me encanta!!

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  2. Buena opción para evitar la Comunión...De acuerdo con Dori.

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  3. Muy bueno Geli. La verdad es que sí, cuesta mucho salir del mundo mágico del cine, para ir al catecismo de pequeños o al trabajo de mayores, jejeje. Las de indios y vaqueros (los westerns) me encantan, creo que son la máxima expresión del arte cinematográfico (John Ford, Mann, Hawks, Peckinpah,...).

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  4. Julieta, digo Geli, tu relato me ha gustado por varios motivos, pero el principal, ha sido por lo bien que has descrito la capacidad de abstraerse del mundo, viendo una película, que tienen los niños. Esos pensamientos también los he tenido yo cuando el mundo de los adultos se entrometía en la fantasía de la infancia.

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  5. Precioso relato Geli, a mí también me has recordado mi niñez.Nostálgico y bien narrado.

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  6. Creo que hay vivencias comunes sobre la magia del cine en nuestra infancia. Muy bueno!!

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  7. Lo mismo digo, me ha gustado mucho, Hay que ver lo que da de sí el tema del cine.

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  8. Gracias a todos. Esto de escribir cada vez me gusta más.

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