martes, 26 de julio de 2011

Tarde de estío V

A mis años, ya puedo asegurar que, no me conoce casi nadie, en el verdadero sentido de la palabra. He vivido a mi aire en una gran familia. Esto me ha permitido distraer la atención y he pasado de puntillas.
Mis sucesivas parejas, apenas han dejado rastro.

Tengo una casa grande, sosegada. Cálida y hecha a mi medida.
Mi hermano, Eufrasio, vive en París y se ha instalado  unos días conmigo. Generalmente, viene solo. Tenemos complicidad y sabemos respetarnos los espacios. Pero, en esta ocasión, ha venido acompañado de un amigo. Alfredo, profesor de Inglés.

            -Te va a encantar hermanita!! ,me dijo por teléfono.
            -Se parece un poco a ti. Cultiva la invisibilidad, como tú!! .Directo, como siempre,a                               la   línea de flotación.
            -Además estará sólo un fin de semana. El Lunes se va a China por trabajo…
            ¡Qué alivio! sólo serán dos días. Pasarán pronto, pensé. Sólo tendré que camuflarme como una planta.

Llegaron ayer. Eufrasio tenía razón y sabía lo que hacía. Alfredo es seda y porcelana.
Ahora, estoy disimulando. Hago cómo que leo muy concentrada pero, le veo. Me observa por detrás de la cortina.
            -Ven…, le digo con mi pelo, con mis pies , con mis ojos… pero no me  atrevo a mirarlo.Los fracasos aún me resuenan en el corazón...

           

No hay comentarios:

Publicar un comentario